Primero, del punto de vista netamente científico (sin considerar aún el lado espiritual), existe un fenómeno ampliamente conocido como “la paradoja de Fermi”. Hay un artículo muy interesante al respecto en la prestigiosa revista National Geographic, en la edición de Junio 2021: (haga clic aquí)

Este paradoja consiste básicamente en contestar la pregunta: “¿Dónde están todos?”.

Enrico Fermi era un científico muy conocido, y altamente respetado, en los años 50 y 60. Planteó esta paradoja en una conversación con otros científicos famosos, un día almorzando con amigos. Estaban conversando referente a “la ecuación de Drake”, que es una formula matemática para calcular el número de civilizaciones extraterrestres que podrían existir en el universo. La predicción de esta formula es que deben existir muchas civilizaciones, hasta en el entorno de nuestro planeta, dentro del rango posible para hacer contacto, o por lo menos para ser detectados.

La paradoja, dijo Fermi, es simplemente: “¿Dónde están?”. La ecuación de Drake dice que, a estas alturas y con nuestra tecnología, ya debemos tener muchos contactos y un montón de evidencia de civilizaciones extraterrestres. Sin embargo, no hay!

Según la ecuación de Drake, tales civilizaciones deben existir, y deben haber hecho contacto con nosotros, o como mínimo deben haber dejado rastro por sus transmisiones de radio y televisión, o sus cohetes... pero no hay ningún rastro científico de evidencia de que tales civilizaciones existen. Ni con los mejores y más sensibles instrumentos inventados se ha detectado señal alguna de vida externa al planeta Tierra. Y eso, a pesar de múltiples estudios muy serios y muy detallados, de larga duración, y en diferentes partes del mundo.

La paradoja de Fermi fue planteada desde hace 73 años ya, y hasta la fecha seguimos sin evidencia alguna para vida externa a la tierra.

La triste conclusión científica es simplemente: la ecuación de Drake es incorrecta. Estamos solos en esta galaxia.

Por el lado espiritual; en la Biblia tampoco hay mención alguna de vida extra terrestre. Obviamente, la falta de mención de algo no implica que no existe: Tampoco hay mención de helicópteros ni submarinos en la Biblia, pero sabemos con certeza que existen!

Por ende, no se puede decir: “La Biblia no habla de eso, por ende no existe”. Sería una conclusión muy equivocada. Pero lo que sí podemos decir es: “La Biblia no habla de eso, por ende no es importante”. No es algo que merezca mucha atención de nuestra parte. Tampoco está prohibido hablar y pensar en tales cosas que no están en la Biblia, pero no es muy productivo, espiritualmente. No ayuda a edificar ni fortalecer nuestra relación personal con Dios, que debe ser de primera prioridad para cada persona. Esas cosas son simplemente curiosidades interesantes, pero no importantes. Podemos conversar y especular y teorizar, y hasta inventar explicaciones, pero nada de eso es muy útil para el crecimiento espiritual. Son cosas divertidas para conversar, pero en realidad no sirven mucho para edificar tu vida espiritual.

Personalmente, encuentro interesante el tema de posible vida en otros planetas, pero cómo no hay evidencia alguna, ni científica ni bíblica, prefiero no gastar mucho tiempo ni energía en eso, excepto para pensar en eso, de vez en cuando. También personalmente, no tengo ningún problema en pensar que sí, posiblemente exista vida inteligente en otros planetas, pero quizás demasiado lejos para poder detectar o para hacer contacto. Admito que es posible, a pesar de la falta de evidencia. Y si algún día los científicos realmente detectan vida en otros planetas, o incluso si logran hacer contacto, eso no va a cambiar mi posición espiritual ni mi relación con Dios. Un posible descubrimiento de vida inteligente en un planeta lejano, no va a afectar mi fe en Dios, ni en la más mínima medida.

En la Biblia Dios nos ha dado todo lo necesario para nosotros, los seres humanos aquí en este planeta. Si realmente existe vida inteligente en otros planetas, no tengo la menor duda que Dios también les ha dado a ellos todo lo que necesitan, espiritualmente.

La verdad innegable en la Biblia es que Jesús es Dios, 100%. Jesús también fue un ser humano, 100%. Y por esa combinación de ser totalmente Dios y totalmente hombre, solo por eso, Jesús pudo ofrecer su vida como sacrificio perfecto para los pecados de todos nosotros, los seres humanos en este planeta. Y nosotros, por tener el libre albedrío dado por Dios a todos los seres humanos, cada uno puede aceptar o rechazar el regalo del perdón de sus pecados, la salvación, y la vida eterna. Eso es lo que es de importancia primordial.

Para nosotros y nuestra salvación, y la salvación de nuestros seres queridos, no es importante lo que Dios pueda hacer o no hacer en otros planetas. Pero por conocer la naturaleza de Dios, de amor y también justicia, tengo clarísimo de que, en el caso que existan otros seres en otros planetas, Dios los va a tratar con amor, y con justicia.



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